Ya hace varios meses coincido en espacio y tiempo con un hombre que a mis ojos aparenta tener unos 58 años, me lo imagino todo un caballero, por lo tanto amable, y por lo que observe muy sociable, puntual, rutinario, amigable, y hasta diría todo un "dandy" con las señoras. Es ese tipo de cliente que siempre se sienta en la misma mesa, que siempre desayuna lo mismo, que siempre lee determinado diario, que conoce los nombres de los empleados, que conoce a otros clientes al punto ya de haber hecho amistad con 3 de ellos.
La ubicación de la mesa mesa elegida por él confirma mi idea de que observa quien entra al lugar, con que habitualidad lo hace, en que horario, que lleva puesto,que consume y con aquellos con los que se cruza habitualmente establece un relación cortes y amistosa. Al punto que ve entrar a uno de estos otros tres clientes, quien se dirige directamente a su mesa, se queda parado a su lado (todos hacen lo mismo, si bien se conocen entre ellos cada uno desayuna solo en su mesa) y se saludan. Este señor del que hablo dice: "Estaba preocupado que no aparecías! yo me acuerdo que usted dijo que iba a estar una semana en Uruguay. Pensé que había tenido algún problema". La charla continua entre ellos y mientras conversaban sobre algunos asuntos de sus vidas privadas, este señor se distrae en varias ocasiones notando lo atenta que yo observaba la situación.
Yo también tengo una rutina que coincide por unos 15 minutos con la suya, supongo por la diferencia de edad y mi extraña apariencia no se atreve a hablarme como lo hace con estos otros 3 clientes ; Pero él me ve entrar, sonrie intentando hacerme saber que me da unos "buenos días", y esperando una respuesta de mi parte, respuesta que por mi personalidad nunca le doy. También me observa mientras desayuno y de manera muy atenta cuando me voy del lugar.
¿A que viene este relato de hechos cotidianos? bueno, es que mientras desayuno y reniego con la conexión de wi fi, me puse a reflexionar de si se puede considerar extraños a aquellas personas que integran de cierta manera nuestra vida a diario, nuestra rutina. Son extraños los pasajero con los que viajo a la misma hora y se algo mínimo de su vida a través de las charlas que tienen por teléfono mientras viajan, son extraños si los veo casi todos días, si se tiene una charla ocasional con ellos sobre el clima o sobre cuanto esta tardando el colectivo, son extraños solo porque no se sus nombres?
¿Son extraños si de repente desaparecen del decorado de mi rutina y me pregunto qué habrá pasado con ellos?
Supongo que hay diferente tipos de extraños y estos clasificarían como extraños conocidos.
Quizá uno de estos días me quite los auriculares antes de entrar al lugar, pase por al lado de este señor y lo salude con un "buen día". Quizá le hable sobre lo sorprendente que me parece aquellas amistades que nacen entre varias personas solo por el simple hecho de que todas durante unos minutos comparten un espacio reducido de manera habitual.
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